viernes, 13 de agosto de 2010

La Historia de Helldora



Buenas, hemos comenzado una nueva aventurilla de D&D 3.5 y el Máster ha sugerido que nos hiciéramos una ficha con su historia y aquí está

Cuando los elfos emigraron hacia Eternion la familia matriarcal Matariel tuvo un dilema. Se quedaban en el Sheir o se iban dejando esas tierras duramente trabajadas en manos de bárbaros y drows y la familia Matariel no podía consentir eso, quizás los demás podían huir ante promesas de paraísos terrenales élficos pero ellos no eran ningunos cobardes y no pensaban ceder ante seres inferiores.
Pasaron los años, los drows empezaron a conquistar Sheir y los elfos solares se habían quedado solos al perder su ciudad de 1200 almas, Thebest-Eternion, el Hogar de los Valientes, así que no tuvieron más remedio que dejar que sus vecinos les ayudasen. Halruey era una nación de magos poderosos provenientes de Nezeril pero estos hicieron un pacto con las sacerdotisas drow, se podían quedar Sheir si prometían no molestar a Halruey y dejaron a los elfos a su suerte.
La resistencia élfica fue feroz pero los enemigos eran demasiados y no tuvieron más remedio que escapar hacia Halruey buscando refugio, pero estos los traicionaron y fueron esclavizados.
Entre los refugiados estaba Helldora Matariel, una niña de cabello rojo sangriento, grandes ojos verdes y mirada desafiante, hija de Darkdora y Nerd y nieta de Killdoro por parte materna y Geek por parte paterna, su familia fue esclavizada y los pusieron a fabricar velas y cirios. Pasaron los años y su amo, el humano Malcius, un gordo seboso de peor aliento, comenzó a interesarse por Helldora, la cual había crecido y ya era toda una elfa en todo su esplendor pero ella declinó a su pretendiente con una amable patada en los genitales de su amo. Naturalmente no se lo tomó muy bien y la envió al campo a cosechar nabos durante años, era una vida dura pero Helldora, como buen elfo solar sabía que el tiempo estaba de su parte, el deseo de venganza le dio un objetivo a su vida y comenzó a adorar en secreto a Hoar, el Dios de la Venganza. Allí conoció a Benito, un gnomo esclavo que le enseñó las artes marciales a cambio de unos masajes en su fustigada espalda.
Pasados los años la producción de velas se incrementó y mandaron a Helldora con su familia. Para entonces su familia numerosa y sus amigos esclavos se habían insertado como esclavos en todos los estamentos sociales de la sociedad halruyana, limpiaban las caquitas de sus Familiares mágicos, aseaban las casas de sus amos con Cantrips y rellenaban los viales de tinta para los libros de conjuros. Había llegado la hora de la rebelión, su abuelo Killdoro había estudiado las artes arcanas en secreto mientras limpiaba el polvo en la biblioteca y le enseñó los fundamentos básicos a su única nieta, Helldora, ya que decía que los hilos rotos de la Urdimbre tocaban su alma.
El conocimiento arcano de Killdoro era defectuoso y su magia era salvaje lo cual aterrorizó más a la sociedad halruyana cuando los esclavos se rebelaron. Se apoderaron de la torre de Malcius donde había un navío volador con el cual podían escapar pero cuando estaban a punto de llegar Killdoro cortó amarras y dejaron a los esclavos y a la familia Matariel atónitos viendo como su billete hacia la libertad se alejaba volando hacia el horizonte perseguido por otros navíos.
Los esclavos fueron reprimidos duramente, perdieron toda esperanza y acabaron aceptando su sórdido destino ante la traición de Killdoro, el honor de los Matariel exigía que si algún día escapaban ellos o sus descendientes lo limpiarían con la sangre de Killdoro.
Al cabo de un año algo conmovió a la alta sociedad halruyana cuando sus adivinadores profetizaron la llegada de alguien que cambiaría su sociedad para siempre. Entonces apareció un mago errante, Filips de los Valles. Era un mago del Fénix de Jade cuyos 13 miembros se reencarnaban para proteger el mundo de un demonio llamado Dracalma y venía buscando a la reencarnación de un mago del Fénix en Halruey.
Naturalmente todos los archimagos halruyanos se sintieron elegidos para tan insigne tarea y todos presionaron a Filips para que eligiera a uno de ellos. Sin embargo no se amedrentó y dijo que el elegido no estaba allí lo cual enojó enormemente el ego de los magos y lo echaron del país. Mientras se marchaba caminando escoltado por guardias cruzó su mirada con una esclava que llevaba un carrito con velas y ella tuvo una visión curiosa, vió una torre perdida en un valle y en lo alto contempló a un humano blindado y de su mano emergían extrañas hebras mágicas. En su hombro tenia un murciélago rechoncho. De repente le caía una vaca encima salida de la nada aplastando a los dos. De alguna manera sabía que allí estaba su destino… si conseguía escapar con su familia y vengarse de los esclavistas y de su abuelo…

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